martes, 17 de enero de 2012

Redacción de Navidad




Redacción de Navidad



Estas Navidades, me lo he pasado bien. He ido a Sevilla. Allí vi su alumbrado ya, que en Huelva no lo han puesto. En Nochebuena, estuve en mi campo con la familia de mi padre. En la familia de mi padre solo tengo una prima. Nosotros, como todos los años, ponemos el discurso del Rey pero todos los años, termina el discurso y ( sin ofender ) terminamos cada uno a su bola. Esa noche hacía un poco de frío, pero nosotros estabamos “muy agustitos” con la chimenea encendida. Nos acostamos bueno, mejor dicho, me acosté sobre las cuatro de la mañana porque mi madre se quedó hablando con mi tía y mi padre con mi tío imitando a el “ Cabeza y el Culebra “ que según mi padre son muy graciosos. A partir de ahí no sé nada más.


El día de Navidad, estuvimos también en mi campo y vino una prima de mi padre, echaron allí el día

En Nochevieja estuve en casa de mi abuela, con la familia de mi madre. La familia de mi madre no tiene NADA que ver con la de mi padre somos once primos, bueno doce, uno “está en el cielo”. Todos metidos en la casa de mi abuela, un caos. Cenamos, (algunos más que otros) porque tengo unos primos que, a la hora de comer “arrasan” bueno, preparamos las uvas etc. Lo normal minutos antes de empezar un año nuevo. Yo rápidamente, cogí mis uvas y le quité el hueso una por una (me dan mucho coraje) pero no me sirvió de mucho, pues, a la hora de las uvas se me calló una, me cogí otra con hueso, pero bueno. También me preparé la copa para el brindis, pero con licor sin alcohol.


Después de las uvas, mis primos mayores se fueron de cotillón, y yo y los de mi edad, al bar “La piscina”. Allí estuve con Carla, Laura, también vi a Enrique etc. Allí bailamos, cantamos, hablamos hicimos de todo. Hasta las siete que nos dieron los churros. Y yo me fui a mi casa, con un dolor de pies de lo peor.


Al día siguiente, fuimos, otra vez, la familia de mi madre a casa de mi abuela, ya todo limpio otra vez. Fuimos a comer todas las sobras del día anterior.


Llegó el día 5 de Enero, vimos las cabalgatas, comimos roscón y por la tarde, nos montamos en el tren de la Piscina.









El día de Reyes, me desperté a las 6 de la mañana, y ya, no me dormí más hasta las 8 que desperté a mi hermano y abrimos los regalos. Me regalaron:

Un mp5, el juego de atrapa un millón, ropa, un libro, un chándal y unos deportes, un casco y unos guantes para la bici, ochenta euros y el juego de gestos.


Y ya se acabó la Navidad.







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