MUNDO QUE QUEREMOS
En el planeta en el que habitamos, el desarrollo
sostenible intenta utilizar los recursos del planeta sin agotarlos y
a la vez, no emitir más contaminación que la que la Tierra puede
aguantar sin dañarse. Las energías sostenibles son todas las
energías que provienen de fuentes limpias, que no contaminan al
medio ambiente y que se regeneran a mayor velocidad de la que se
destruyen.
Un ejemplo del buen efecto que tienen estas energías,
es la isla de Samso en Dinamarca, la cual es la única isla que
funciona a base de energías sostenibles en Europa.
Actualmente 1.500
millones de personas en el mundo no disponen de electricidad, o sí
tienen acceso a ella, el precio a pagar es tan caro que deberían
privarse otras necesidades más básicas como: agua, alimento...
Otros 3.000 millones de personas utilizan la combustión de carbón
vegetal, de leñas, de estiércol y de otras formas de biomasa, como
su única manera de conseguir la energía necesaria para cocinar los
alimentos o poder calentarse.
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